Tota la família, falta el meu fill Antonio

lunes, 10 de agosto de 2009

CAL RUBIO Tauste-Castellar

La historia empieza en el 1890, en un pueblo pequeño cerca de Zaragoza llamado Tauste, un joven que reside en el hospicio que tiene el pueblo, llega a la edad de 18 años y le dicen que ya es mayor de edad y deben abandonar el centro, en un principio se pone de zagal en una casa de campo de les afueras de Tauste, donde hace la vida y trabaja de campesino, allí pasa 8 años y junto con un amigo no se quieren quedar en el pueblo se dirigen por carretera hasta Zaragoza y una vez allí se van a la estación de tren y deciden que cogerán el primer tren que pase, para iniciar una nueva vida.
El tren que pasa, va para Barcelona y allí se dirigen, en el trayecto hablan de lo que van hacer y deciden embarcarse para América, en concreto Cuba, que han oído que allí hay mucho trabajo y que mucha gente regresa rico. Al llegar a la ciudad de Barcelona se dirigen al puerto para informarse de la salida de los barcos y les comunican que hasta dentro de dos semanas no sale, por lo que deciden esperar y se alojan en una pensión, pero debido a sus pocos recursos económicos necesitan trabajar, la dueña de la pensión, que les ha caído en gracia, al enterarse de lo que les pasa, se ofrece para ayudarles y da voces para encontrar trabajo para aquellos dos jóvenes baturros. A los pocos días les dice que ya les ha encontrado trabajo, pero que está fuera de Barcelona, en un pueblo cerca de Sabadell que están construyendo una carretera y que necesitan mano de obra, como a los dos jóvenes lo que qu
ieren es trabajar, allí se dirigen y son contratados para ayudar a la transformación de lo que era un camino sin pavimentar en carretera, que es, la que va de Castellar a San Lorenzo Savall.
Uno de estos jóvenes se llamaba Manuel Bermúdez Gabás, hijo de Manuel Bermúdez y de Joaquina Gabás nacido el 13 de Febrero de 1872 en Tauste , de una familia muy humilde con escasos recursos, su padre se alistó para ir a la guerra de Cuba, que estaba muy bien pagado, y además decían que allí había muchas oportunidades para ganarse la vida. Cuando Manuel tenía ocho años se le murió la madre por lo que quedó huérfano y tuvo que ir a vivir en el hospicio que había en la población, que estaba dirigido por monjas, allí aprendió a leer y escribir, y adquirió una formación básica tanto humana como religiosa, allí también aprendió desde muy joven todo lo referente a la agricultura, pues de joven ya hacía el trabajo que había en el huerto que estaba al lado del hospicio.
Su carácter alegre y simpático lo hacían muy ocurrente y también era muy aficionado a la música,( había aprendido a tocar la guitarra), y una de las características que le acompañó durante toda su vida fue, la ganas de saber cosas nuevas y de maravillarse por lo que iba descubriendo, poniendo una ilusión que contagiaba a las personas de su entorno.
Continuando con la historia, los dos chicos llegan en 1898 al pueblo de Castellar del Vallés, allí tuvieron que buscar alojamiento, pues Barcelona quedaba demasiado lejos para ir y venir diariamente, y el trabajo consistía en atender las necesidades del albañil que tenían asignado en la construcción y pavimentación de la carretera.
Pasaron las dos semanas y el amigo le dice que el barco les espera para irse a América, pero Manuel le dice que se vaya solo pues le gusta mucho el pueblo y el trabajo que ha encontrado.
El albañil que tenía que atender Manuel se llamaba Pere y pronto se hicieron amigos y al saber que no tenía a nadie le invita a comer a su casa y allí Manuel conoce a la hermana de Pere que se llamaba Coloma y este encuentro fue decisivo pues ya no pensó más en marcharse.
Pere y su hermana Coloma eran hijos de Josep Puigdomenech y Gertrudis Artigas una de las familias más antiguas de Castellar vivían en la parte más alta del pueblo, en la llamada era de “Can Petascas” y la casa se conocía como “Cal Balumí”. Manuel debido a su carácter abierto enseguida tuvo amigos y al cabo de cierto tiempo formaron un grupo coral que acompañados de la guitarra, iban los sábados por la noche a la era de “Can Petascas” a cantar serenatas delante de la casa de la Coloma. Manuel aprendió rápido el idioma catalán, aunque con un deje baturro, ya que la Coloma solo le hablaba en catalán y el caso es, que con la ayuda del hermano se hicieron novios a pesar de la oposición de los padres de Coloma pues Manuel aunque era buen chico y trabajador no era conocido en el pueblo y además carecía de recursos.

La Coloma de jovencita ya fue a trabajar en la hilatura que había abajo en el río, en la zona de “Can Barba” de la empresa Tolrá , allí llego a ser oficiala mechera en la sección de preparación y fue muy respetada por sus compañeras y también por sus encargados que querían que todas las aprendices fueran enseñadas por ella. La fábrica estaba en la parte más baja del pueblo y la casa en que vivía en la parte más alta lo que obligaba a la Coloma andar más de media hora, dos veces al día para ir al trabajo lo que aprovechaba Manuel para verla y hablar de sus cosas.
Manuel fue trabajando durante bastante tiempo en la construcción de la carretera e iba ahorrando para poderse casar con la Coloma, como los recursos eran escasos cuando se casan les prestan el piso de la casa que vive la padrina de la Coloma, “Cal la Quima” situado en la calle Caldas nº 42 y allí nacen los tres hijos del matrimonio, el José la Joaquina y el Pedro, pronto el piso se les hace pequeño y buscando encuentran una casa mas grande en la calle del Centro al lado de “Cal Juliana” en donde están dos años, más tarde encuentran en la calle Mayor nº 112 una casa con varias habitaciones y un gran patio que no piden mucho de alquiler y allí se trasladan definitivamente toda la familia.
En aquel tiempo de personas que hablaran castellano no había muchas y como que Manuel era un poco rubio enseguida para referirse a su casa le dijeron “Cal Rubio”.
Manuel fue mi abuelo y padrino, la Coloma mi abuela y la Joaquina (Quimeta) , su segunda hija, mi madre.

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